Normalmente, nuestro análisis parte de la mirada adulta cargada de experiencias previas. A veces con heridas emocionales, y en muchos casos con formación teórica que debería renovarse. (Pincha en Cuadernos Pedagógicos)
Sin embargo, las niñas y niños del tercer milenio (pincha en ¿qué es Pedagogía 3000?) ya han nacido inmersos en este nuevo lenguaje. Sus capacidades, a muchos niveles, son diferentes a las nuestras.
Los nuevos paradigmas de la educación miran hacia la sabiduría que las nuevas generaciones traen, para aprender con y de ellos.
Tanto maestros como pedagogos, y, en este caso, ilustradores y escritores para público infantil, hemos de tener en cuenta este punto de vista.
Ya no sirve mirar la infancia desde el adulto e intentar adoctrinar (en realidad nunca sirvió, aunque haya cumplido una función).
Para trabajar con y para niñas y niños es imprescindible que el adulto recupere la conexión con su niño interior.Con toda probabilidad, es el punto más fiable de conexión con entre niños y adultos.
La sabiduría del SER adulto se complementa entonces con la mirada fresca del propio niño.
(Esto va más allá de la inocencia o de quedarse anclado en el mito de Peter Pan).
Se trata de conectar con la mirada pura, no contaminada (el lenguaje del clown) y contemplar la realidad desde otro punto de vista. Esto nos permite (desde nuestra experiencia adulta) abrirnos a lo desconocido, confiar en la vida y recuperar la capacidad de asombro de la que Gustavo Puerta habló en su conferencia.
Cuando escuché a Tony Ross, el clásico de literatura infantil británica, entendí dónde radicaba el éxito de sus libros: cuando miras a Tony puedes encontrar al niño asomándose a su mirada.
Podría decir que es todo niño, pero estaría mintiendo.
Las arrugas de la sabiduría enmarcan sus ojos y sus comentarios. Su humor te contagia y te transmite la serenidad de una vida dedicada al mundo del álbum ilustrado, subrayando en todo momento el disfrute y el amor al trabajo destinado al público infantil.
Ahí andamos todos buscando el niño interior jajajaja, en vacaciones lo pierdo un poco, pero en el cole todos los días está presente jejejeje, y por cierto que guapísima eras ya de pequeña, si es que estas guapa guapa :D Disfruta de tu viaje ya nos contarás besitos.
ResponderEliminarYo tengo mala memoria, cosa que me ayuda a sorprenderme a cada momento y a disfrutar de las cosa como el primer dia (es broma, pero es verdad).
ResponderEliminarTony Ross me encanto por refrescante y natural al revés de Gustavo Puerta que va de intelectual rompedor. El optimismo es una buena cualidad para trabajar con niñ@s y tu lo transmites ;)
Hermoso mila y tú también, ya apuntabas maneras desde tu más tierna infancia!
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