LOS CABRITILLOS

Hemos dramatizado el cuento, y por sugerencia de los protagonistas hemos elegido el escenario de la casita que tenemos en la clase. Hemos colocado el árbol (aunque aún no está terminado) y nos hemos colocado las diademas de los personajes. El público también ha colocado sus sillas para ver la función. ¿Quieres ver algunas fotos?



La historia comienza cuando la mamá cabritilla se marcha a comprar y advierte a sus hijos que no deben abrir la puerta, porque el lobo está acechando y seguro que intenterá engañarles...

Nada más desaparecer la mamá por el camino, el lobo se acerca a la casa y llama a la puerta. Aunque intenta engañarlos diciéndoles que es su mamá, los cabritillos le dicen que su mamá tiene la voz más dulce...


De modo que el lobo se va al corral de gallinas, se aclara la voz comiendo tres huevos y vuelve a llamar a la puerta. Pero entonces los cabritillos le piden que le enseñe la patita por debajo de la puerta...


Como es de color negro, no le abren. Y el lobo se va corriendo al molino para meterla en harina blanca.

Cuando vuelve a llamar y muestra la patita blanca, los cabritillos se confían y abren... ¡pero es el lobo!

Corren a esconderse, pero el lobo se los come a todos menos a el pequeño, que se esconde en la caja del reloj, fuera del espacio y el tiempo.


El lobo, con la barriga llena, se echa a dormir debajo de un árbol. Cuando la mamá llega a casa, encuentra al cabritillo menor llorando, le toma de la mano, y cogiendo tijeras, agujas e hilo se van a buscar al lobo.

Sin hacer ruido, le abren la barriga y salen sus hermanos sanos y salvos. Cada uno coge una piedra y las ponen dentro de la barriga del lobo. Cosen con cuidado y se esconden para esperar que el lobo se levante.

Cuando despierta, tiene tanta sed que se va al río, pero como le pesa mucho la barriga se cae al agua y se ahoga...



¡Los cabritillos y la mamá celebran felices que el lobo ha desaparecido!

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